Evo, Kirchner y
Maduro: la izquierda Latinoamericana en crisis
En la última década, los líderes de izquierda estuvieron de moda
en Latinoamérica. Primero fue Hugo Chávez, en Venezuela, con su discurso
socialista, el cual contagió a países como Bolivia, Ecuador, Argentina, Chile e
incluso al Perú, donde tardíamente Ollanta Humala llegó al poder.
En el año 1999, un desconocido
militar llamado Hugo Chávez Frías llegó a la presidencia de Venezuela,
imponiendo un gobierno “bolivariano”, estatista y anti-imperialista, que ganó
adeptos rápidamente en el pueblo venezolano y otros países sudamericanos,
cansados de la crisis política y económica que sopesaban sus gobiernos de
turno.
Chávez llegó como el “Mesías”,
como el ícono a seguir y el modelo de político que necesitaba Latinoamérica;
pero la revolución se fue quebrando conforme Chávez se entornillaba en el
poder. Tras su muerte en el 2013, apenas 2 años después, la revolución
bolivariana está en la postrimería de su ocaso político.
Hay muchos factores para medir
el éxito o el fracaso de un sistema político de un gobierno de izquierda o de
derecha; por ello, intentaremos explicar la crisis que viene pasando la
izquierda en Latinoamérica desde 3 aspectos básicos: lo económico, lo político
y lo social.
BOLIVIA
El segundo hombre de izquierda
en llegar a una presidencia fue Evo Morales, quien ganó las elecciones en el
año 2005, gobernando desde entonces con una política estatista. Desde lo
político, Morales tuvo adversarios y seguidores. En un inicio, una gran mayoría
de bolivianos lo apoyaban, pero tanto poder lo emborrachó y ahora quiere
perpetuarse.
Morales ya está gobernando por
más de 10 años y pretende cambiar la Constitución para ampliar su gobierno.
Quiere llegar a un cuarto mandato y posiblemente a una presidencia vitalicia,
algo que viene generando malestar en la población que no ve con buenos ojos la
posición de Evo. Habrá un referéndum en el 2016 y todo parece indicar que no
pasará la prueba.
En lo económico, Bolivia ha
logrado recuperarse y tuvo crecimientos gigantescos por encima del 8% de su
PBI, esto a raíz de la exportación de sus hidrocarburos; sin embargo, ese
crecimiento en el 2015 llegó a su fin. El gobierno de Morales cerrará en el
2015 con una pérdida de 4 mil millones de dólares por exportaciones, la cual en
el 2016 recaerá en la falta de empleo para el sector estatal.
Esta pérdida económica
millonaria repercutirá sin duda en el aspecto social, pues la gente creerá que
Morales les va a llevar a la bancarrota y será aprovechada por la oposición,
que hace tiempo quiere ver fuera de la presidencia al primer presidente
indígena de Bolivia. El 2016 podría ser el inicio de la caída de la izquierda
en Bolivia.
ECUADOR
Rafael Correa fue el tercer
presidente sudamericano de izquierda. Él llegó a la presidencia de la República
del Ecuador, en el año 2006, llegando a conformar la alianza
Chávez-Morales-Correa, quienes pretendieron hacer un bloque para luchar contra
el capitalismo interpuesto por EE.UU., estatizar las empresas y rechazar
cualquier injerencia extranjera.
Ya con 3 países dominados por
la izquierda, se temía que la fiebre iba a contagiar a los otros países. Correa
pasó por una crisis económica al dolarizar su economía y levantó la economía de
Ecuador. Se podría decir que es el izquierdista más metódico.
Aunque quiso ocultar en el año
2014 la crisis económica que se le venía, Correa negó estas acusaciones y, de
inmediato, trabajó para cambiar la Constitución y permitir la reelección
continua, es decir, reelección presidencial indefinida. La oposición ya viene
trabajando para recuperar el poder.
ARGENTINA
Con la asunción de Cristina
Kirchner como presidenta de la República de la Argentina, en el año 2007, las
cosas no salieron bien en ese país. Su esposo y antecesor en la presidencia,
Néstor Kirchner, le heredó un Estado que crecía económicamente a cuenta de un 8
a 9% por año, logrando incluso pagar toda su deuda al Banco Mundial.
Con la llegada de Cristina,
todo salió al revés. La economía cayó a puntos de 2%, la pobreza creció de 20 a
28% y el endeudamiento público se elevó en 43%. Pese a los intentos por
estatizar las empresas, la población no le perdonó tal fracaso y la izquierda
en Argentina perdió el poder.
PERÚ
Ollanta Humala era el hombre de
izquierda y de la esperanza peruana que demoró en llegar al poder y recién lo
hizo en el 2011, pese a haber recibido financiamiento de Venezuela. Es harto
conocido que la economía peruana que crecía por encima del 6%, ahora solo crece
por poco más de un 3% y la crisis política y social con denuncias de corrupción
a su gobierno lo catapultan como un gobierno de izquierda desastroso.
Humala tiene el peor porcentaje
de aprobación que tuvieron los últimos 3 presidentes y, lo peor de todo, es que
no tiene un digno representante que pueda competir en las elecciones del 10 de
abril y, con ello, la izquierda y el nacionalismo entregará el poder, poniendo
fin a su aventura izquierdista populista.
VENEZUELA
Hugo Chávez fue el líder de la
revolución bolivariana, al igual que Fidel Castro en Cuba. Mientras Chávez
vivía, la revolución estaba de pie; cuando murió, su sucesor, Nicolás Maduro,
no pudo sobrellevar tal responsabilidad y viene sepultando la revolución
chavista.
Primero, encarceló a los
líderes de oposición para que no lo molesten en su gobierno.
Pasaron dos años y gracias a esos hechos, perdió el control del parlamento.
Ahora, la oposición tiene la mayoría absoluta y legislará a partir de enero de
2016, liberando a presos políticos y posiblemente, destituyendo del cargo a
Maduro.
Aunque Maduro ya viene
preparando las armas legales para frenar al parlamento (con la jubilación de
magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y la designación de magistrados de
confianza), no será posible que lo haga por mucho tiempo, pues la Asamblea
Nacional tiene más poder que sus propias decisiones.
La crisis económica, la
persecución de líderes opositores, las ganas de enquistarse en el poder para
toda la vida con los constantes cambios en la Constitución y la reelección
indefinida de los presidentes, le pasaron factura a la izquierda en Sudamérica
y parece estar ya condenada al letargo por muchos años, hasta una nueva
revolución.
Fuente: Diario Los Andes
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